BAILES DE SALÓN. RITMOS LATINOS.
Los bailes latinos, a diferencia de los anteriores, se caracterizan por el espectáculo de luces y diversión.
Son por lo general bailes alegres y que contagian de ritmo a todos los asistentes. Quizás la Rumba-Bolero rompe la regla, siendo un baile muy sensual y erótico, hecho que le hace ser uno de los más preferidos junto con el Chachachá.
Samba
Es un baile de compás 2×4, con una velocidad de 50-52 bares por minuto. El compás 2×4 quiere decir que tiene dos pulsos de igual tiempo, pero en la samba, el segundo está más marcado. El conteo más frecuente, 1 y 2.
Es el baile más difícil de los latinos. Una de las dificultades es la combinación de un rebote de rodillas llamado «bounce», con un marcado movimiento de cadera. Este movimiento de cadera es específico de la samba, diferente de los movimientos de cadera de los demás ritmos latinos.
Otra de las dificultades que presenta este baile, son los diferentes patrones que utiliza. No sólo por cambiar el número de pasos, sino también la cadencia de ellos. Además del mencionado 1 y 2, existen diferentes ritmos o patrones que también son frecuentes, como el S-Q-Q.
La tercera gran dificultad es que hay figuras en espejo y otras que no lo son, y para pasar de una a otra hay que hacer un cambio de pie.
Lo importante para tener un buen estilo es manejar la flexión y estiramiento de rodillas que constantemente se produce al bailar. Si se consigue combinarlo correctamente con el movimiento de caderas, ya se habrá dado un paso importante.
También hay que saber cambiar de pie (perder el paso) de varias maneras, y entender los diferentes patrones que se usan. A partir de aquí, aprender las figuras será fácil. Obligatorio es tener buenas coreografías con las figuras bien enlazadas para poder progresar.
Chachachá
El compás del chacha es de 4×4, con una velocidad de 30-32 bares por minuto. El conteo 2-3, 4-y-1, o mejor: 2-3, cha-cha-1.
Este conteo de debe a que hay que salir en el tiempo 2 del compás musical. Para salir al compás se puede hacer un paso previo con derecha adelante si eres chico (izquierda atrás si eres chica) o también se puede hacer un simple cambio de peso. Para comprobar que se lleva el ritmo, se tienen que escuchar dos golpes del tambor, que van casi juntos, justo cuando se está haciendo el «chasse». Es decir, esos golpes de tambor son el tiempo 3 y 4 del compás, aunque el cuarto está sincopado para acentuar el último cha. Insisto en esto porque suele traer problemas a aquellos que han aprendido el cha social con el típico 1-2, 1-2-3.
Lo primero que hay que dominar es la energía que tiene el movimiento rápido de caderas del «chasse». Para ello, hay que concentrarse en doblar las rodillas ligeramente y estirarlas rápidamente, y siempre procurando que el torso este quieto.
Por lo demás, el baile es el más fácil de aprender de los cinco latinos de competición.
En la mayoría de los pasos, el peso va primero en la punta del pie, apoyando el tacón después, aunque muchas veces es solo punta sin tacón.
Las piernas deben ir rectas cuando apoyan en el suelo, se doblan para dar el paso pero al pisar deben estar rectas. Una pierna sólo puede estar doblada si no se tiene el peso cargado en ella.
El baile se puede socializar fácilmente. Es decir, que muchas figuras del estilo internacional, se pueden adaptar al baile social.
Rumba-bolero
El compás es de 4×4, y la velocidad es de 25-27 bares por minuto. El conteo es 2-3-4-y1. Esto es debido a que el compás musical tiene el segundo tiempo acentuado, porque lo lógico es tomar ese momento como inicio. Se puede salir al principio de compás con un paso previo o un cambio de peso que sea el tiempo 1.
La rumba-bolero es un baile de ritmo lento que nada tiene que ver con la rumba cubana. Es romántico y de seducción.
También es sencillo en sus pasos y figuras, pero requiere un toque artístico por parte de los bailarines, que ya no es tan fácil.
La rumba-bolero no sólo hay que bailarla, también hay que interpretarla. Esta interpretación no sólo se realiza a base de poner caritas. La formar de llevar el hombre a la mujer, de variar el ritmo alargando la pausa inicial para luego hacer pasos rápidos, cambios en las posiciones del cuerpo, y otras técnicas de baile, hacen que el baile transmita mucho más. Son técnicas que hay que aprender para sacarle el máximo partido a una coreografía. La expresión corporal es muy importante en la rumba. Sin ella, este baile no tendría sentido.
La sencillez de sus pasos y el ritmo lento hacen que sea un estilo muy adaptable al baile social.
Pasodoble
El ritmo en el pasodoble es de 2×4, es decir, se acentúa cada dos pulsaciones. Su velocidad es de 60-62 bares por minuto. La realización de sus figuras suele hacerse en ocho tiempos, o en múltiplos de ocho, para poder ir con las estrofas y la música.
Las figuras no son especialmente complicadas, pero la diversidad de posiciones iniciales y finales de cada figura, hacen muy difícil bailarlo de forma improvisada o espontánea. Por eso, es el baile latino que más necesita de coreografías preestablecidas.
Además, es importante ir con la música de ocho en ocho, adaptándose a las partes musicales que suelen tener los temas, y a los silencios que las separan.
«España Cañí»; es un pasodoble muy típico, con un patrón de estrofas definido sobre el que se pueden hacer buenas coreografías. Este pasodoble se suele poner en muchas competiciones. Un paso característico del pasodoble es el «apel», que es un taconazo fuerte en el suelo con el que se inicia la figura; algunos ven una similitud con el momento en el que el torero cita o llama al toro.
El estilo y la estética se diferencian bastante del resto de bailes latinos, ya que el movimiento de cadera desaparece para el hombre y se difumina en la mujer. Es un baile con posturas, pasos y adornos que no están en los demás bailes latinos. El movimiento de brazos también es distinto al de los demás bailes latinos, ya que está basado en el baile español.
Las nociones que se tengan de flamenco o baile español son importantes para un competidor de alto nivel. En cualquier caso, es un baile que requiere ciertas dosis de interpretación. Seriedad, arrogancia, desafío, dramatismo, son sentimientos que los bailarines tienen que expresar con todo su cuerpo.
Jive
El compás del Jive es un 4×4, con una velocidad de 42-44 bares por minuto. Su ritmo es Q, Q, QyQ,QyQ, y el conteo más usado es el 1, 2, 3 y 4, 5 y 6.
El elemento característico del jive es el «chasse». Es importante hacerlo correctamente desde el principio. Hay que tener en cuenta cómo apoya el pie en el suelo, la intensidad del salto, y el ángulo entre los «chasse». El salto del «chasse» debe ser moderado, pero el levantamiento de los pies y el doblez de las rodillas deben verse claramente.
En el paso atrás también hay que aprender a coordinar los pies con el movimiento de brazos y el de la cadera. Unos pasos característicos del Jive son las patadas, como los «flicks», o los «kicks», o el «kick ball change», que se usan como adornos o van incluidos en algunas figuras.
Es un baile muy rápido y dinámico, que consume mucha energía a los bailarines. En las competiciones, además, se baila en último lugar, por lo que la condición física es importante.